Hoy comí pollo con mole y aunque en México eso no tiene nada de especial, a mi me trae un recuerdo especial.
Y es que hace años, cuando mi abuela tenía gallinero, constantemente nos íbamos comiendo a las gallinas, pollos y gallos cuando nacían nuevos pollitos y comenzaban a crecer. Normalmente no me perdía el proceso de mi abuela, desde la captura del pollo hasta la preparación del mole.
Pero un día cambiaron las cosas:
Me dijo que estaba algo viejita y que no podía ya atrapar al pollo, que por favor le ayudara. Lo agarré.
Me dijo que le ayudara a amarrarle las patas porque ella ya estaba algo viejita. Lo amarré.
Me dijo finalmente, que le tronara el pescuezo, porque ella ya estaba muy viejita..... Lo maté.
Ya no le costó decirme que de paso lo desplumara en agua caliente.
A partir de ese momento me convertí en el matapollos de mi abuela, ya que nadie mas quería hacerlo.
Y recuerdo que ese primer pollo (una gallina gris, de hecho) terminó en la mesa cubierto de mole.
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