En las primeras horas del día (2am-3am) decidí liar y salir a la terracita a fumar un cigarrillo. Ahí hay un asiento de barro junto a mi ventana desde el cual puedo ver el cielo.
Un cielo que casi no veo cuando estoy ahí en la noche pues las nubes siempre cierran el cielo dándole un tono gris que no es muy agradable.
Pero ayer al voltear la vista hacia arriba, noté el cielo completamente despejado y con varias estrellas saludándome. Entre ellas casi en el cenit estaba un viejo amigo, Marte, mirando directamente a mi ventana.
Si llega a haber cielos despejados, tendré que comprarme un telescopio.
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